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Una vida marcada por la tragedia

Jorge García, exfutbolista de Danubio y Cerro, fue detenido ayer por haber sido el presunto homicida de su padre, en el barrio Borro, después de una fuerte discusión que tuvo por testigos a algunos vecinos. García declarará hoy ante la Justicia.

El reconocido jugador de fútbol, de 27 años de edad, mantuvo una discusión con su padre en la mañana de ayer; el motivo central del desencuentro habría sido la muerte violenta de la madre de Jorge García, asesinada en febrero de 2013.

Los entredichos iniciales se manifestaron fuera de la casa de la víctima, ubicada en el barrio Borro, en la zona conocida como Los Palomares.

Según testimonios reunidos por la Policía, varios vecinos y familiares fueron alertados por los gritos y salieron a la calle, cuando el conflicto derivó hacia el interior de la vivienda.

Fuentes de la Zona Operacional 3 de la Jefatura de Policía de Montevideo, informaron a El País que Jorge García golpeó a su padre en la cabeza con un cenicero de madera, mientras éste tomaba mate.

En el lugar de la tragedia no quedaron en evidencia más desórdenes que la yerba derramada en el piso.

Algunos residentes en el pasaje en donde se verificó el violento incidente, habrían ingresado a la vivienda para asistir al hombre, que falleció allí, aunque no se ha definido si a raíz del golpe que sufrió o de un infarto cardíaco.

El padre de Jorge García, de 50 años de edad, tenía en el lugar cuatro o cinco piezas «con santos y demonios», según explicó a El País uno de los investigadores del caso, de la Zona Operacional 3.

El padre era muy conocido justamente por su `terreiro` o casa de culto umbandista.

En la noche del martes, el futbolista había sufrido una descompensación y debió ser atendido en un centro médico, después de haber tenido una primera discusión con su padre, en la misma casa.

La detención policial de Jorge García, concretada ayer en la zona de Aparicio Saravia y San Martín, se produjo en el hogar de su suegro, hasta donde fue después de la pelea mantenida con su padre. En esta vivienda rompió vidrios y un televisor, estado de cosas que fue filmado por efectivos policiales.

El futbolista está a disposición de la Justicia y hoy será conducido a declarar ante la jueza penal, Graciela Eustaquio.
En su entorno.

Aun cuando Jorge García se había visto envuelto en más de un caso de corte policial, por 2009 dio muestras de recuperación que incluyeron, por ejemplo, la escuelita de fútbol que creó de la nada para los niños del Borro.

Además de enseñarles fundamentos técnicos, brindaba alimentación a centenares de jóvenes. Varios de sus compañeros de Danubio, equipo en el cual jugaba en esa época, y también dirigentes e integrantes del cuerpo técnico, se acercaron en un gesto de respaldo a su plan, entregando 200 camisetas y 100 pelotas.

«Yo le había planteado en aquel momento al plantel de Danubio, para ayudarlo, darle una sorpresa», contó a El País el doctor Carlos Voituret, médico del club, que alentó a Jorge García para que «ordenara» su vida. (ver recuadro).

«Además de pelotas y camisetas llevamos chalecos y materiales para trabajar en su escuelita. Hicimos una pequeña fiesta en el Borro, con tambores, alfajores y leche. Fue algo muy lindo, aunque constatamos allí lo que podríamos llamar la infantilización de la pobreza, porque si bien habíamos previsto meriendas para cien chicos, había como cuatrocientos niños alrededor de eso», dijo Voituret.

En la misma esquina donde fue detenido ayer, San Martín y Aparicio Saravia, a fines de octubre de 2010, el futbolista Jorge García había sido arrestado cuando manejaba alcoholizado. Además, se le incautó una bolsa con cocaína. Aunque la espirometría resultó positiva, la Justicia lo dejó en libertad.

También en octubre, pero de 2008, Jorge García fue detenido junto a un amigo en el barrio Borro. Fuentes policiales consultadas por El País afirmaron entonces que quien habría comenzado los problemas con vecinos fue el amigo de García, que portaba un revólver. Ambos se encontraban en estado de ebriedad.

En mayo de 2006, quien jugara de volante de creación y se luciera un lustro atrás en la selección juvenil sub 17 de Uruguay, fue procesado sin prisión.

A la salida del centro nocturno «Siete Lunas», situado en Constituyente y Minas, Jorge García fue invitado por la guardia privada a retirarse del local, debido a que se había puesto «belicoso» después de ingerir alcohol. Al abandonar la disco, se enfrentó a un agente policial y le propinó dos fuertes puñetazos en el rostro que le provocaron lesiones en el parietal y cortaduras en ambos labios.

El otro policía, con la ayuda de guardias privados que salieron a ver qué estaba pasando, lograron dominar al futbolista, a quien llevaron a la comisaría segunda, quedando a disposición del juez de turno, al tiempo que el agente agredido era trasladado para su atención al Hospital Policial.
Una carrera truncada pese a su talento

Jorge García brilló en la Sub 17 de Uruguay que dirigió «Polilla» Da Silva en el año 2003. Por entonces el Chelsea inglés se interesó por su ficha. Viajó pero no quedó en el poderoso club. En 2010, Danubio no le renovó el contrato y, aunque se dijo que los motivos eran de estricto orden deportivo, también se consideraron las reiteradas transgresiones que el futbolista cometía fuera de las canchas, que también bajaban su rendimiento. Danubio le había alquilado un apartamento en Pocitos, pero García prefirió volver al Borro. Después jugó en Cerrito, en el amateur Albion, y por último en el Club Atlético Cerro.
Su madre asesinada en «ajuste de cuentas»

El 9 de febrero de 2013, la madre de Jorge García, futbolista que estaba jugando entonces en el club Cerro, fue asesinada en circunstancias poco claras. Le dispararon por la espalda cuando salía de un almacén de los palomares del barrio Borro, a la una de la madrugada,

Los propietarios del comercio declararon a la Policía que, pocos segundos después de salir del local la víctima, se escuchó el ruido de un disparo justo delante de la puerta, en el pasaje 307.

Echeverría fue llevada por vecinos a la policlínica de Capitán Tula, donde falleció horas después.

Se constató que la bala le ingresó por la espalda, a la altura del hombro.

La bala afectó pulmones y arterias de Echevarría, lo que a la postre provocó su fallecimiento.

En la misma madrugada, el futbolista Jorge García fue avisado de la muerte de su madre por la propia Policía, quien le solicitó que concurriera a la Policlínica de Capitán Tula a reconocer el cuerpo.

La versión policial indicó poco después que se trató de un ajuste de cuentas por venta de drogas, dado que se la señaló como parte de una red de narcotraficantes.

En esa misma zona, el 20 de enero de 2013, en medio de una balacera, habían sido abatidos dos delincuentes vinculados a la venta de droga en los alrededores del barrio.

EL PAIS

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